viernes, 10 de abril de 2009

Breve estudio crítico acerca de la teoría de la ciencia en Aristóteles, III

II- Apuntes para una aproximación al estudio del condicionamiento social de la teoría de la ciencia en Aristóteles

Aristóteles “hereda” de su maestro los fundamentos de una concepción del conocimiento científico y filosófico “pura”. Esta concepción se explicita a lo largo de todo el conjunto de libros de su “filosofía primera” lo cual es en parte explicable partir de la estructura social griega de la época.
La ciencia de la Antigua Grecia alcanza sus niveles de mayor florecimiento en pleno apogeo del modo de producción esclavista. La mano de obra esclava constituía el fundamento material humano de la producción; y era bastante abundante, lo cual abarataba su valía y determinaba su fácil consecución.
Si la mano de obra esclava se hubiese escaseado, en pleno apogeo de la ciencia griega es posible que esta hubiera contado con algún aliciente o estímulo material para inclinarse hacia la producción material; pero hacia el esplendor del “genio griego” feneció antes en el tiempo, es decir, mientras el esclavismo se mantenía como modo dominante de producción.





He aquí, acaso, una de las razones fundamentales de la orientación eminentemente teoricista, totalmente desligada del proceso productivo que en términos generales “ciencia” caracterizó la “ciencia griega” de la antigüedad clásica.
En otro orden de ideas, reviste de especial interés el caso de Aristóteles que en sus escritos políticos llega a plantear una dicotomía infranqueable entre hombres libres (ciudadanos) y esclavos, arguyendo que se trataba de algo natural; que hasta las montañas y los árboles mostraban jerarquización; que semejando la sociedad una especie de macro familia era evidente que la división o jerarquización era una realidad necesaria, etc. Esto así, por cuanto, si los esclavos habían sido predeterminados para el trabajo físico (que llego a ser considerado por el mismo Aristóteles – inclusive – como algo bajo y degradante, indigno del ciudadano) es “natural” que el ciudadano deberá dedicarse a actividades que se correspondan con su esencia. Si la nacionalidad es lo que diferencia al hombre de los animales y de las plantas, entonces, concluirá Aristóteles, aquel que haya alcanzado un nivel espiritual superior, o sea, cada vez menos ligado a lo utilitario, será más hombre, más humano.
Para Aristóteles, en ésta búsqueda…la ciencia es un atributo y la filosofía su ideal; esto así, pues mientras más “pura” fuese la ciencia estaría más lejos del trabajo sensible, por ende, en la medida en que la ciencia es menos utilitaria es más ciencia, encontrándose cada vez más cerca de la filosofía que es el ideal de todo conocimiento.
“Hay nombres que se parecen más a una planta que a otro hombre”, dirá con insistencia Aristóteles. De ahí la necesidad “natural” a su juicio del hombre en cuanto que tal por el conocimiento, pues “¿Qué es lo que diferencia a los hombres de los animales sino el pensamiento racional?”
Entonces, el hombre será cada vez “más humano” en la medida en que más logre alejarse de la naturaleza y el sentido común, de ahí que la filosofía en Aristóteles también aparece como símbolo de la libertad espiritual y la búsqueda de la “esencia humana”.
No sin “razones” encontramos que en el primer párrafo de la Metafísica Aristóteles afirme que “todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber y conocer. Las sensaciones que nos causan las percepciones de nuestros sentidos son una prueba de ésta verdad. Nos agradan por sí mismas, independientemente de su utilidad”.
De lo antes planteado en torno al condicionamiento social de la teoría de la ciencia en Aristóteles, por lo menos una idea debe quedarnos clara, y es que la filosofía aristotélica de la ciencia no está condicionada solo socialmente sino también teóricamente, como se ha procurado poner de manifiesto con las frecuentes referencias que se han hecho a las filosofías no solo platónicas sino también socráticas, lo cual deja fuera todo intento reduccionista o economicista en el análisis y tratamiento de éste “momento” de la filosofía aristotélica.

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